El Universo de Ani
Bio
Tuve la suerte de nacer en una familia amante de los libros, por parte de madre, llena de creatividad, por parte de padre, y amigos de la libertad en ambas ramas. Gracias a esa conjunción me nacen cuentos y poesías, que me saludan y sorprenden en cualquier momento.
Desde muy pequeña me pasaba las horas dejando volar mi imaginación, fantaseando e inventando historias; hasta el punto de que la maestra le pidió a mi madre que me prohibiera leer cuentos.
Afortunadamente mi madre hizo caso omiso de la recomendación, pues ella misma disfrutaba mucho leyendo cuentos en su infancia.
Me sentía atraída por todas las manifestaciones del arte; quería ser: bailarina, cantante, actriz, diseñadora de moda, decoradora, arquitecta… Sin embargo, la vida me llevo a estudiar magisterio en Cuenca. Más tarde pude descubrir que todas esas profesiones tienen cabida en los quehaceres diarios de la escuela primaria.
Durante treinta y seis años tuve el privilegio de ejercer la apasionante, gratificante y no siempre sencilla labor de maestra.
¿Cuándo comencé a escribir y dibujar? No es fácil fijar un momento, lo que sí recuerdo perfectamente es un día de julio de 1976 en el que, después de autocalificarme de mediocre, decidí quemar todas mis creaciones, y me di la instrucción de dedicarme a otra cosa. Pero las musas, que no cesan en su empeño de susurrarnos al oído, empezaron a visitarme cada vez con más insistencia después de haber cumplido los cuarenta. Y… ¿Para qué os estoy contando esto? Para que nunca os descalifiquéis ni os digáis palabras feas a vosotros mismos, para que no dejéis de hacer eso que os gusta tanto y, también, para que sepáis que la edad no importa nada cuando se trata de reconocer y retomar nuestros dones o talentos. Desde aquí os invito a descubrirlos y cultivarlos os traerán felicidad, disfrute y bienestar y eso mismo es lo que vais a irradiar. Son un preciado regalo para ti y para compartirlo con los demás.
